El país de Bardem no está hecho para los ancianos

Queda apenas unas horas para la entrega de los premios más reconocidos del cine occidental y casi se puede decir que estoy en el sprint final de las críticas de las películas más importantes. La falta de tiempo y, en parte, la vagancia, han hecho que tenga que dejar para el último momento las críticas de algunas películas, como es el caso de esta, que ya he visto hace algún tiempo.

No tengo ni idea de cómo será el líbro de título homónimo del escritor americano Cormac McCarthy. No puedo por más que reconocer que hasta que no salió esta película, hasta que no se empezó a hablar de ella, no tenía ni la menor idea de que existía tal libro. Por lo tanto tampoco se exáctamente qué es mérito de los Coen y de qué cosas, en realidad, no tienen la culpa.

Leí hace un par de fin de semanas una entrevista en El País a los dos directores y aseguraban que habían sido lo más fieles posibles al libro, que prácticamente lo habían reproducido coma por coma, punto por punto. Eso está bien al pasar un libro a película (no soporto las idas de olla de los directores que, al no tener ideas originales, deciden versionar libros y se inventan trozos para que se diga: oh, mira, ha sido creativo!!!) pero hasta qué punto es mérito de los Coen?? Aquí entraríamos ya en el debate de si una historia concebida desde el punto de vista de la lectura, que puede durar tanto un día entero como un mes o dos, se puede adaptar a película, que, por muy larga y eterna que se quiera hacer, tiene un límite.

Pero este debate lo dejo para más adelante.Ahora mejor me voy con No es país para viejos.

La película de los Coen cuenta la historia de cómo Llewelyn Moss (Josh Brolin) se encuentra, por casualidades de la vida, con un maletín lleno de dinero procedente de una banda de narcotraficantes muertos y decide llevarse el botín. Pero esta decisión es probablemente el peor error de su vida, puesto que comienza a ser perseguido por Anton Chigurh (Javier Bardem), un peligroso asesino sin piedad que mata con una bombona de gas. Este y el sheriff Ed Tom Bell (Tommy Lee Jones) irán tras él, el primero para matarle y el segundo para advertirle de las crueles intenciones de Chigurh.

La puesta en escena de No country... es asombrosa, magnífica. Sientes Texas, su calor que brota de la tierra. El paisaje, sobre todo en los primeros momentos de la película, actúa como un personaje más. El comienzo pausado te permite saborear las escenas y la historia, meterte en la trama y vivir las aventuras de los personajes. Texas además se siente por el acento de cowboys de los personajes, sus maneras campechanas (por ejemplo, la tranquilidad con la que se toma su trabajo el personaje de Tommy Lee Jones). El único que quizá se siente como un personaje neutro, americano sin ser de ningún sitio en concreto, es Chigurh, lo que probablemente le haga aún más terrorifico.

Como iba diciendo, el comienzo y el desarrollo de la película iba de maravilla. Pero de repente llega a un punto en el que toda la historia no solo se debilita sino que incluse hace perder interés en el espectador.

SPOILER: El punto en el que se desequilibra la película sería en la extraña muerte de Llewelyn Moss, que después de mantener al espectador a su lado desde el comienzo de la película, de repente, nos lo presentan como un personaje ajeno, que vaya por Dios, ha muerto. A partir de ahí ya no sabemos quien es el protagonista, yo, por lo menos, me sentí perdida. FIN SPOILER

Y el final. Si se puede llamar de alguna manera. Entre que parece que los hermanos Coen se les ha acabado la batería en la cámara de video y han decidido dejarla en el aire y que en realidad no termina la historia, me dejó con un mal sabor de boca. Una película que ha sido mala desde el comienzo pero que, por razones inexplicables, ha logrado salvarse en el final y se acaba de manera magestuosa puede dar lugar a una película interesante. Pero una historia que comienza muy bien, sigue igual de bien como es el caso de esta, y de repente acaba sin ton ni son... Eso, a mi modesto entender, no es un buen final.

Probablemente mucha gente incluya a Javier Bardem y su Anton Chigurh (guau, por fin he logrado escribir su apellido sin tener que mirarlo) como lo más destacable de la película, pero este no es mi caso. No es que crea que Bardem no haya hecho una actuación estelar, si eso no lo niego, su interpretación ha sido estupenda y sí que creo que se merece el Oscar por su larga trayectoria y su nominación anterior (aunque personalmente siento debilidad por uno de los rivales de Bardem en el Oscar, Casey Affleck). El problema es Chigurh en sí. Si, vale, es un personaje terrorífico que sin duda no me gustaría encontrar por la calle, pero también es verdad que es extremádamente plano. De la misma manera que un personaje simplemente bueno, que a lo largo de la historia solo hace bienes para la humanidad y punto, no es un personaje interesante y atractivo, uno que tan solo hace el mal, que no tiene realmente vida interior ni motivos para matar y solo lo hace porque sí, como él mismo dice, tampoco.

Y Tommy Lee Jones, otro de los grandes aplaudidos de esta película. A decir verdad he visto pocas películas de este hombre, las dos últimas que recuerdo son esta y la también recientemente estrenada "En el valle de Elah". Y no es que sea un actor de mi devoción, la verdad. No encuentro mucho sentido a la segunda parte de su personaje en No country for old men a parte de para explicar el título de la película (y el libro).

El más destacable, para mí, es Josh Brolin y su interpretación como Llewelyn, un personaje que no sabe qué hacer con su vida, luchador, vanidoso pero en parte honrado que tiene un final totalmente inmerecido. Además de Carla Jean (Kelly Macdonald), la esposa de Llewelyn, que es un personaje que crece a lo largo de la película. Desde luego ellos dos son lo mejor de esta película que lo estropea todo en un final decolorado y simple.

SPOILER quizá un final que hubiera sido más atractivo sería la penúltima escena, Anton Chigurh llendose, cojenado, del accidente de coche. FIN DEL SPOILER

Lo mejor: que he descubierto a Josh Brolin.

Lo peor: el final, lo sobrevalorada que está.

Valoración: 6