Con motivo del estreno de La noche es nuestra, protagonizada por Joaquin Phoenix, este modesto blog se decide a publicar una reseña biográfica de este gran actor. Joaquin Phoenix es probablemente uno de los actores más polifacéticos y con más personajes atormentados del Hollywood actual. Pero es que le encajan a la perfección. Sus ojos dulces y tristes, de un azul intenso, y su semblante afligido y tímido le permiten pasar perfectamente por un hombre enfermizo, asustadizo y maniático. Y la cicatriz de nacimiento de su labio también ayuda a crear esa imagen. Lo cierto es que Joaquin, nacido Bottom (cambió su apellido por el artístico de su madre), podría ser una de estas estrellas que acaba en las drogas o algo peor. No solo porque su físico y sus personajes parece que le inciten a ello, sino porque su duro pasado no deja indiferente a nadie. Pero este portorriqueño de padre Californiano y madre neoyorkina dista mucho de ser el típico chico malo de Hollywood. De hecho, es casi todo lo contrario.
Joaquin Rafael Bottom nació el 28 de octubre de 1974 (tiene 33 años) en San Juan, Puerto Rico. Desarrolló el español como primera lengua materna, pero, a diferencia de su paisano, el gran Benicio del Toro, ha perdido la mayor parte de sus conocimientos en este idioma. Quizá porque, a diferencia de del Toro, Joaquín nació en la isla por pura casualidad, debido a la labor que sus padres, misioneros de “Children of God”, estaban realizando en ese país. Cuando Joaquín tenía 4 años, la familia Phoenix decidió volver a California. Y fue entonces cuando los niños comenzaron a actuar en diferentes funciones, teatrillos y orquestas.
Y ya entonces Joaquin apuntaba a ser el segundón, el que aparecía de pasada en las series televisivas que tanta fama comenzaban a dar a su hermano. River, así, comenzó los ochenta siendo una de las revelaciones de la década. River crecía, y crecía tanto a nivel de estrella como de actor – con sus dos nominaciones a los Oscars por “Un lugar en ninguna parte” y “Mi Idaho privado”, esta última de Gus Van Sant – mientras su hermano apenas despuntaba en un par de películas y decidía dedicar la mayor parte de su tiempo a viajar por Suramérica con su padre.
El fallecido River Phoenix (1970-1993)
Pero el trágico suceso en torno a la muerte de su hermano llevó a Joaquin, sin realmente quererlo, a primera línea de batalla. Aquel 31 de Octubre de 1993 (Halloween) en el que River sufrió una sobredosis a las puertas del bar, por aquel entonces, de Johnny Depp, The Viper Room, que acabó con su vida. Y, según cuentan las malas (o quizá las buenas) lenguas de Hollywood, en el momento de la sobredosis quien estaba con él era Joaquin, quien llamó a la ambulancia fue Joaquin.
A partir de aquel momento Joaquin entró dentro del circulo de interés para la opinión pública y en las entrevistas de aquella época (y aún hoy en día sigue sucediendo, probablemente sea inevitable) eran constantes las referencias a su hermano fallecido.
Joaquin Phoenix es raro. Y no lo digo yo, que obviamente no lo conozco de nada, sino que todos aquellos periodistas que se cruzan en su camino lo señalan. David Letterman le comentó en una ocasión que “be here in person next time”; osea que para la próxima vez estuviera presente, porque se atolondra, se pone nervioso y en la mayor parte de las ocasiones no logra más que balbucear un par de palabras inconexas. Y lo cierto es que el pobre Joaquin todavía hoy en día se pone nervioso, extremadamente nervioso con cada entrevista que concede. En una ocasión leí, creo recordar que fue por la época que estrenaba Walk the line (En la cuerda floja) que en una entrevista con El País semanal, Joaquin se levantó en medio de la pregunta, o en medio de la respuesta y salió al balcón a fumarse un cigarro dejando a la periodista con un palmo de narices. Y el caso es que él no lo hace con mala intención (en esa entrevista en concreto se veía que Phoenix no había causado una grata impresión).
Está bastante claro que Joaquin es un hombre introvertido y que sus interpretaciones son como una cortina que lo separan de la vida real, de su vida real. Pero desde luego no es un marginado social de Hollywood como, tengo que reconocer, llegué a pensar en su día. Es un gran defensor del medio ambiente y los animales (es vegetariano y siempre ha rechazado usar prendas de piel de animal para sus personajes. Incluso su vestimenta de Cómodo, en Gladiator, tuvo que ser confeccionada especialmente para él para que no llevara nada animal) y este activismo lo comparte con uno de sus mejores amigos a la vez que cuñado; Casey Affleck. Casey y Joaquin probablemente han tenido en común no solo la interpretación y la defensa de los animales, sino el ser los hermanos pequeños de las grandes estrellas que sus hermanos mayores eran y son. Y precisamente fue Joaquin el que le presentó a Casey a su hermana Summer, la que más tarde se convertiría en su mujer y madre de sus hijos. Su amistad también es compartida con otras estrellas de Hollywood como Matt Dillon, Vince Vaugh, o el recientemente fallecido, Heath Ledger.
Casey Affleck y Summer Phoenix
En cuanto a temas de amor, Joaquin es aún más reservado. No se conoce prácticamente nada de su vida privada ni de sus amores. De hecho, a lo largo de su carrera (que hay que recordar que comenzó cuando era muy pequeñito) tan solo se le ha conocido una novia; nada más y nada menos que Liv Tyler (en la foto), hija de Steven Tyler, cantante de Aerosmith. Con ella coincidió en la película El secreto de los Abbott, de 1997 y con ella estuvo 3 años. Pero el hecho de que no se le conozca novia no quiere decir que no la tenga. En una entrevista concedida al USA WEEKEND en 2002, tanto él mismo como su manager, Iris Burton, reconocen que Joaquin estaba (o quizá sigue estando) enamorado. Pero al momento en el que se le pregunta de quién, él contesta:
"I can say, but I'd rather not. She's not an actress."[“Lo podría decir, pero no lo diré. No es una actriz”]
Total, que nos quedamos sin saber quién es. Porque Joaquin no es un hombre que se exhiba. Ni mucho ni poco, no se exhibe nada. Y cuando tiene que ir a algún acto (por ejemplo, alguna presentación de película o la gala de premios) siempre va acompañado de su madre, al estilo de Clint Eastwood con la suya.
Y así ahora nos encontramos con un Joaquin maduro y querido por la audiencia y crítica, que aunque todavía se le hace difícil las conversaciones con los periodistas, estos le respetan. Ha conseguido lo que en vida no consiguió su hermano; respeto por parte de la prensa. Los medios de comunicación no tuvieron ningún tipo de problema en sacar los trapos sucios de River y en su momento seguro que buscaron los de Joaquin. Pero no los había. Y no los hay, porque como ya he dicho, Joaquin no es precisamente un chico malo. Raro, si, pero inofensivo.
Joaquin ya ha conseguido la autonomía que tanto se merecía. Hubo un tiempo, antes y después de aquel fatídico día, en el que Joaquin simplemente era conocido como “el hermano de…”. Ahora se ha ganado con méritos propios el honor de poder hablar de Phoenix sin que irremediablemente se le asocie a River.
“It's a bad idea for actors to grow accustomed to seeing themselves on camera, because inevitably you start doing things and become too self-conscious. The only way to prevent it is by not being aware of yourself in that way or at least trying not to be”.
Es muy mala idea para los actores crecer acostumbrándose a verse a uno mismo en la cámara, porque inevitablemente empiezas a hacer cosas y a creértelo. La única manera para prevenir esto es no darte cuenta de ti mismo en ese sentido (en la actuación) o al menos intentarlo.
Entrevista del USA WEEKEND (2002):
http://www.usaweekend.com/02_issues/020728/020728joaquin.html
Entrevistas en Youtube:
http://es.youtube.com/watch?v=PFbiNwrBILU
Trailer de “La noche es nuestra”:
http://es.youtube.com/watch?v=6ugjb0wQ7DY